jueves, 7 de junio de 2012

El Piano
La palabra “piano” deriva del nombre original en italiano del instrumento, pianoforte (piano: “suave” y forte: “fuerte”), asignado por su primer constructor, Bartolomeo Cristofori. Esto se refiere a la capacidad del piano para producir sonidos con diferentes intensidades, dependiendo del peso que se le aplica a las teclas. Esta característica lo diferencia de sus predecesores, que solo podían producir un único volumen.

De forma breve podríamos decir que el piano está compuesto por una caja de resonancia, a la que se ha agregado un teclado, mediante el cual se percuten las cuerdas de acero con macillos forrados de fieltro produciendo el sonido.

Pero el piano es un instrumento mucho más complejo.
  • Mecanismo de percusión: Cuando una tecla es pulsada, la palanca que está situada en el extremo opuesto se eleva y el macillo asociado a ella se pone en movimiento en dirección a la cuerda que es liberada por el apagador justo antes de la percusión. Tras el golpe del macillo a la cuerda se produce el sonido y acto seguido éste cae hasta ser recogido por el atrape, a una distancia aproximada de 2 centímetros. Al levantar la tecla, ésta libera la palanca de escape y el macillo vuelve a estar disponible para volver a tocar la cuerda.
  • Caja de resonancia: Es una parte primordial del piano, ya que además de amplificar y modular el sonido, incide en el timbre del instrumento. En su interior se encuentra el bastidor que controla la vibración y el alma.
  • Tabla armónica: Está compuesta por la tabla, las barras armónicas, los puentes de sonido y los barrajes. Es el auténtico elemento de resonancia del instrumento y su función es amplificar el sonido producido por las cuerdas, que a su vez es transmitido a las mismas a través del puente tonal. La calidad y homogeneidad de su madera es de suma importancia. Madera de abeto porque tiene el mejor coeficiente entre resistencia mecánica, que permite soportar la enorme presión de las cuerdas (90 Kg. cada una, aproximadamente), y ligereza, que favorece la captación de las vibraciones más sutiles de las cuerdas.
  • Bastidor: Es un armazón de barras delgadas que suelen ser de hierro. En el cordal, situado en el extremo superior, se ajustan las cuerdas, y en el clavijero, situado en el frontal, están las clavijas de afinación. Alrededor de éstas se enrolla el otro extremo de la cuerda.
  • Cuerdas: Es el elemento vibratorio que origina el sonido en el piano. Son segmentos formados por un material flexible, acero especial, y en el caso de las notas graves recubiertas de una o dos capas de hilo de cobre enrollado, que permanecen en tensión, soportadas por el arpa, de modo que puedan vibrar libremente, sin entorpecimiento que provoque una distorsión de la onda acústica. La tensión de las 224 cuerdas pueden llegar a alcanzar del orden de las 15 a 20 toneladas-fuerza.
  • Teclado: Prácticamente todos los pianos modernos tienen 88 teclas. En el siglo XVIII los clavecines tenían poco más de 61 teclas (5 octavas), mientras que los pianos fabricados desde 1870 ya tienen las 88 teclas.
  • Pedales: Un piano moderno tiene tres pedales. En un piano de cola se llaman unicordio, tonal y de resonancia. El unicordio desplaza los macillos a un lado golpeando sobre 2 de las 3 cuerdas y en la zona del fieltro. En un piano vertical el mecanismo acerca los macillos a las cuerdas, reduciéndose en ambos casos el volumen sonoro. El tonal mantiene la misma nota o acorde, sin verse alterada por las notas que se toquen después. En el vertical se llama pedal sordina e interpone una tela entre los macillos y las cuerdas, lo que reduce en este caso enormemente el sonido Y el de resonancia, al ser pisado, libera los apagadores, lo que permite que la nota siga sonando aunque se haya dejado de pulsar la tecla. Éste es el único pedal cuya función es común en los dos tipos de pianos.

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